Los restos no eran del Airbus

Los restos recuperados este jueves en el mar no son del avión de Air France desaparecido a inicios de esta semana. Lo aseguró un alto mando de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
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Ramón Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de Brasil, aclaró que los objetos retirados en el Océano Atlántico por un barco de la Marina no pertenecen al Airbus A-330 de Air France desaparecido con 228 personas a bordo.

"Hasta el momento ningún material de la aeronave fue recuperado", aseguró Cardoso en conferencia de prensa en Recife.

Cardoso también precisó que la mancha de aceite detectada en el mar tampoco pertenece al avión, si no que -por su tamaño- sería de algún barco. Sin embargo, aclaró que que es probable que otra mancha localizada en el mar, sí pertenezca al avión.

El oficial aclaró que la búsqueda de los restos continuará el fin de semana y será reforzada con más naves y aviones militares.
Los restos que no fueron

Hasta el momento ningún material de la aeronave fue recuperado

Ramón Cardoso, director del Departamento de Control del Espacio Aéreo de Brasil

Este jueves por la mañana, un barco de la Marina de Brasil recuperó una pieza de madera y dos boyas a 550 kilómetros del archipiélago de Fernando de Noronha.

En principio se informó que la pieza encontrada era parte de los compartimentos de carga de los aviones. Sin embargo, tras no encontrar ninguna identificación de Air France en las piezas y descartar que el avión llevara piezas de ese tipo, se aclaró la confusión.

"Existen paletas de madera en algunos aviones, pero no había ninguno en ese vuelo a París", dijo el militar.

Pese a esto, el Cardoso insistió en que en principio, los aviones de búsqueda habían observado otros objetos en el mar que sí podrían pertenecer a la nave y que siguen siendo buscados por los barcos.

La corresponsal de la BBC en Brasilia, Fabrícia Peixoto, confirmó que "el plan de búsqueda de este viernes, dependerá de la R-99 aviones, equipados con un radar, a la vista durante la noche".

Las fuertes corrientes en la zona han convertido la búsqueda en una carrera marítima, ya que los barcos tienen que localizar estos restos que se están moviendo a bastante velocidad por las marejadas.